Mientras que el reciente informe sobre influencers de Morning Consult descubrió que el 52% de la Generación Z confía en los influencers que siguen en las redes sociales para obtener consejos sobre productos o marcas, mientras que un enorme 82% confía en sus amigos y familiares por encima de cualquier otra fuente.

La segunda fuente más fiable para la Generación Z son las reseñas de productos en Amazon o sitios similares. Aprovecha este conocimiento publicando regularmente en redes sociales reseñas positivas de clientes reales.

Con 61 millones de miembros de la Generación Z entrando al mundo laboral, este estudio de investigación informa que el 68% de la Generación Z lee al menos tres reseñas de productos antes de hacer una primera compra con su propio dinero, y aún más sorprendente: El 16% de los miembros de la Generación Z lee nueve o más reseñas de productos antes de realizar una primera compra con su propio dinero.

Cuando los miembros de la generación Z buscan un producto, quieren tener la oportunidad de comprar a través de las plataformas de redes sociales al estar en línea. Tu marca debe ofrecer una experiencia de producto impresionante y envolvente a través de redes sociales.

Y hablando de productos, hablemos del propio acto de consumir. El consumir también ha adquirido un nuevo significado, como concluye esta investigación de McKinsey sobre la Generación Z:

“Para la generación Z -y cada vez más para las generaciones mayores también- consumir significa tener acceso a productos o servicios, no necesariamente poseerlos. A medida que el acceso se convierte en la nueva forma de consumo, el acceso ilimitado a bienes y servicios (como los servicios de conducción de automóviles, la transmisión de vídeo y las suscripciones) crea valor. Los productos se convierten en servicios, y los servicios conectan a los consumidores”.

Las empresas de bienes de consumo tradicionales deberían considerar la posibilidad de crear plataformas de productos, servicios y experiencias que conecten a los clientes en torno a las marcas. Esto permite una relación mejor y más personal con los consumidores.

Por último, los consumidores esperan cada vez más que las marcas “tomen partido”. No se trata de tener una posición políticamente correcta sobre una amplia gama de temas. Se trata de elegir los temas (o causas) específicos que tienen sentido para una marca y sus consumidores y tener algo claro que decir sobre esos temas concretos. En un mundo transparente, los consumidores más jóvenes no distinguen entre la ética de una marca, la empresa propietaria y su red de socios y proveedores. Las acciones de una empresa deben coincidir con sus ideales.

Los consumidores de la Generación Z están en su mayoría bien informados sobre las marcas y las realidades que hay detrás de ellas. Cuando no lo están, saben cómo acceder a la información y desarrollar un punto de vista rápidamente. Si una marca anuncia la diversidad, pero carece de ella dentro de sus propias filas, por ejemplo, esa contradicción se notará.

El 70%  de los que respondieron a la investigación mencionada dicen que intentan comprar productos de empresas que consideran éticas. El 80% por ciento dice recordar al menos un escándalo o controversia que involucre a una empresa. Alrededor del 65% trata de conocer el origen de todo lo que compra: dónde se fabrica, con qué se fabrica y cómo se fabrica. Cerca del 80% se niega a comprar productos de empresas implicadas en escándalos.

Tal y como informa The New York Times, la capacidad de atención de los centennials es muy corta, y rebota rápidamente entre sus smartphones, tabletas y ordenadores, con una tolerancia muy baja a la publicidad tradicional. Están acostumbrados a la sobrecarga sensorial, por lo que necesitan mucho menos tiempo para filtrar la información.

La agencia Publicis estima que la capacidad de atención de los centennials es de apenas ocho segundos, mientras que los millennials pueden concentrarse durante unos 12 segundos. “Para llegar a la Generación Z con eficacia, tendrás que comunicarte como ellos se comunican. La generación Z espera recibir mensajes breves y frecuentes, por lo que hay que transmitir los mensajes con frecuencia y facilidad (tanto fáciles de entender como de digerir). Dado que los centennials utilizan un lenguaje más intuitivo y visual que las generaciones anteriores (piensa en los emojis), también tendrás que pensar en comunicarte a través de imágenes”, dice un artículo de Publicis “Tomorrow’s Target: Marketing to Centennials”.